Transformación y revolución, son dos conceptos que a diario asumen las compañías sin saber muy bien qué camino trazar para poder subsistir en un contexto tan cambiante como el actual. Ser una Smart Pyme o una organización digital requiere un esfuerzo importante y marca el límite entre aquella empresa (la tradicional) que está abocada a desaparecer y aquella que está realmente preparada para el futuro. Así, los puntos que hay que tener claros para esa reconversión son:
1.- Concienciación
Conocer y comprender cuáles son los beneficios de la digitalización y que esta forme parte de la cultura empresarial, algo que no afecta solo a los mandos superiores en el organigrama, sino que ha de hacerse extensible a todos los miembros de la compañía. En este punto es fundamental también la labor de formación y asunción de nuevas competencias digitales y el reciclaje continuo.
2.- Procesos
La compañía digital está preparada para dar respuestas ágiles porque aplica un pensamiento digital a todos sus procesos y para ello, emplea tecnología para conseguirlo. La automatización y simplicidad junto a un buen control del gasto y la adopción de entornos de trabajo eficientes que faciliten el intercambio de la información son básicos, al igual que como recoge la CEOE en su Plan digital para 2020, se debe caminar hacia la simplificación de las infraestructuras en base a un modelo de SaaS (software as a Service). Además, el puesto de trabajo debe ser “móvil, ubicuo y accesible” para cualquier miembro, fomentando la colaboración y el intercambio fluido de la información.
3.- Comunicación
Facilitar la comunicación en la relación cliente y marca, pero también entre la compañía y proveedores. Esa comunicación debe ser digital y estar integrada plenamente en el negocio, no “esporádica” como en la empresa tradicional. Se valora la experiencia de cliente y la atención de los usuarios por otros canales, como los sociales. La estrategia debe ser ante todo omnicanal.
4.- Eficiencia
En la empresa tradicional la eficiencia choca con varios cuellos de botella dentro de la organización que limitan la productividad. En la empresa digital se busca herramientas y soluciones digitales que faciliten la flexibilidad y la conectividad sin limitación alguna y buscando también la sostenibilidad. Se persigue la gestión eficiente de recursos con la aplicación de tecnologías como el Big Data y se valora el desarrollo y la implantación de sistemas de inteligencia de negocio y los modelos predictivos para tomar mejores decisiones.
5.- Tecnología + innovación
Desarrollo constante de innovación tecnológica que permita nuevas oportunidades de negocio es una características que define también a la empresa digital frente a la tradicional, que solo utiliza la tecnología para la mejora de la eficiencia sin amplitud de miras. Hay que pensar en la innovación no solo de productos, sino también de servicios adoptándose siempre a los requerimientos de la demanda. Recuerde que la innovación no viene ya de las grandes empresas, las pequeñas también pueden innovar en sus procesos y en su estructura, una acción que ha de ser constante.
6.- Gestión digital
La digitalización debe estar presente en la gestión diaria de la organización esto señala desde la elaboración de presupuestos, como el empleo de la factura electrónica y el uso de un sistema de gestión documental eficiente. Sin una gestión digital, hoy es muy difícil llegar a niveles satisfactorios de productividad.
7.- Información
Las Smart Pymes o compañías digitales utilizan ya la información que genera su empresa para tomar decisiones más acertadas y conocer mejor a sus clientes y ofrecerles servicios que atiendan más a sus demandas, mientras que en las tradicionales no saben sacar aún conocimiento a los datos que generan.
El objetivo de la Smart Pyme es, por tanto, ofrecer una experiencia más satisfactoria al cliente, mejorando la eficiencia en los procesos y facilitando la rapidez en la toma de decisiones.
¿Preparado?