El camino hacia una digitalización bien planificada y estructurada

Del teletrabajo a secas que muchos han adoptado precipitadamente durante 2020 y 2021 sin capacitación digital, sin cultura organizacional y sin las herramientas adecuadas, vamos hacia el trabajo inteligente, que impone nuevas exigencias a las empresas y también retos vinculados a la innovación constante.

2022 se proyecta, sin lugar a dudas, como el año de la transformación digital de manera efectiva, gracias a las ayudas para la digitalización que nos llegan de Europa y que serán una oportunidad única para mejorar la competitividad de España.

La tecnología está cambiando las necesidades de las empresas y transformando el mercado laboral.  La forma de trabajar ya no es la misma y se ha impuesto mayor flexibilidad y el uso de soluciones digitales forzados en gran medida por la pandemia. Ahora toca asentarnos de lleno en el término Everywhere Workplace. Es decir, tener capacidad de trabajar en cualquier lugar subiendo un nivel más.

Apostar por la productividad, colaboración, eficiencia, el ahorro, la autonomía, conciliación y mejorar la experiencia de empleado, son algunos de los ingredientes básicos. Pero el futuro de las compañías ya está marcado por la resiliencia operacional y para ello se necesita de una arquitectura TI ágil donde los drivers del son, sin duda,  el cloud, la hiperautomatización, (que combina soluciones en RPA, asistentes virtuales, Inteligencia Artificial, entre otras), junto a ciberseguridad y una adecuada gestión del dato.

Lo importante ahora es lo que hacemos, no dónde lo hacemos

Tener capacidad para continuar frente eventos adversos, no se entiende sin una estructura tecnológica adecuada que elimine silos organizacionales. El Smart Work (Trabajo inteligente) se articula bajo esa premisa pero también en forma de una organización más horizontal y colaborativa, enmarcada en un nuevo espacio donde lo importante es lo que ese hace, (los resultados) no dónde se hace (Fuente: Estudio Tecnologías habilitadoras del Smart Working de Kyocera).

El desafío apunta a que nuestra estructura empresarial sepa adaptarse a esa aceleración digital continua que nos toca a medida que avanza la tecnología. Ahora únicamente el 18% de las empresas españolas están preparadas para el futuro. (Estudio ‘Fit For The Future’).

Para invertir esa tendencia, la receta es muy clara y señala a aceptar los cambios, avanzar con determinación hacia la transformación del negocio, estar abiertos a las nuevas tecnologías y mantenerse al día con las tendencias emergentes. Nada fácil, si ese camino se quiere hacer solo.  Precisamente en estos próximos 12 meses se debe abrir el paso a una digitalización bien planificada, programada y estructurada. No hay vuelta atrás.

Criterio experto para una óptima digitalización

Hemos comprendido que la tecnología hace a las compañías más resilientes, pero también las capacita para adaptarse a los comportamientos cambiantes de los clientes y fundamentalmente ayuda a mejorar tres indicadores básicos para el éxito de cualquier organización: productividad, eficiencia y competitividad.

Los Fondos NexGenerationEU vendrán a paliar parte de las carencias en materia de digitalización que tiene nuestro tejido productivo, pero el trabajo no  queda ahí. Tener una correcta integración de la tecnología en la estrategia de negocio es la clave. Conseguirlo requiere de criterio experto que elimine el ruido existente alrededor de la transformación digital y enfoque la tecnología al negocio, integrando adecuadamente procesos, personas e infraestructura.

El Smart Work necesita también de una estrategia tecnológica inteligente. Sin ella cualquier esfuerzo inversor no dará los resultados esperados. El error aquí se puede pagar caro.

TECNOLOGÍA SIMPLE PARA ESPACIOS
INTELIGENTES DE TRABAJO