Por qué es importante ahora tener un entorno de trabajo eficiente

Cloud, Big Data, Redes Sociales, movilidad… ¿Qué nos permite todo esto? Sencillamente tratar de una forma más óptima la ingente información que manejamos. Si en las empresas continuamos dando la espalda a conceptos como la conectividad, colaboración o inmediatez, seguiremos siendo incapaces de ser mucho más competitivos en un escenario donde se hace necesario un cambio chip para conseguir modelos de trabajo mucho más productivos y ágiles, en los que se fomente el intercambio de conocimiento, pero también se aumente la capacidad de respuesta.

No olvidemos que la transformación digital tiene su razón de ser en el acceso a la información y la tecnología, lo que ha hecho que el manejo y el uso de ésta esté determinado ya por nuevos actores capaces de sacar un mayor rendimiento a la misma. La información ya es ubicua y la capacidad de seleccionar la más relevante para tomar mejor decisiones o facilitar el trabajo determinará en el futuro buena parte del éxito de las empresas. La clave estará en convertir ésta en conocimiento, porque verdaderamente así podremos tomar decisiones más acertadas y conseguir seducir aún más a nuestros clientes. ¿Cómo lograrlo?

Sencillamente a través de una buena gestión de la información y esto comienza en la empresa, donde el documento es uno de los principales materiales donde se asienta ese conocimiento. Además la fuerza laboral debe transformarse asumiendo nuevos roles que facilitan y facultan ese tránsito hacia una mayor inteligencia empresarial.

La generación de Millennials, de la que tanto se habla y que constituirá la masa laboral del futuro y que también están llamados a ser los nuevos consumidores, no tolerará trabajar con herramientas que dificulten o compliquen el acceso a la información, apostarán por la automatización de procesos y requerirán plena disponibilidad de ésta en cualquier formato y en cualquier lugar para la mejora de su cometido.

Convertir su empresa en un entorno de trabajo eficiente con la ayuda de la tecnología, se constituye hoy como una necesidad imprescindible para el avance, donde las empresas no deben permitirse pérdidas de tiempo en el manejo de la información, deben faciltar la gestión y su acceso, mantener niveles de seguridad adecuados y optimizar claramente los recursos.

Implementar mejoras en la gestión de la información supone, por tanto, caminar hacia el incremento del rendimiento de las empresas, incidiendo en aquellos indicadores clave, como son la productividad y la eficacia, pero también la eficiencia.

Seguir instaurados en el inmovilismo y creer que nuestros lugares de trabajo deben permanecer igual que antaño supone decir un no rotundo al avance y al futuro. Tan sólo hay que mirar a nuestro alrededor para ver que la forma en la que los ciudadanos interactuamos no es la misma que hace veinte años. Hoy cualquiera de nosotros tiene enormes facilidades para crear, distribuir y utilizar la información y plantearse, por tanto, que esta misma no fluya en las organizaciones a igual velocidad que goza en el exterior, es ya un serio error.

Precisamente si hay algo que consiguen los entornos de trabajo eficiente es que facilitan ese cambio en el manejo de la información, al disponer de herramientas y soluciones adecuadas para optimizar el tránsito del conocimiento sin que haya barreras u obstáculos que dificulten la agilidad operativa de los procesos, además de que reducen costes y son respetuosos con el medio ambiente.

Contar, por tanto, con un entorno de trabajo eficiente es la primera pieza de ese gran puzzle llamado digitalización, al ser el epicentro de todas aquellas iniciativas llamadas a conseguir que la transformación digital sea un éxito en nuestro tejido empresarial.