Consejos para vencer la resistencia al cambio

La mayoría de las Pymes que deja de existir en los primeros cinco años de vida es debido a la falta de adaptación al cambio. La era digital viene marcada por la adopción de nuevas competencias, pero todavía hoy muchas empresas siguen sin transformar su estructuras, sus procesos, ni tampoco adaptan sus plantillas a un nuevo contexto donde para mantenerse a la vanguardia y subsistir, hay que transformarse y vencer esa resistencia al cambio. La clave: seducir al cliente, pero también, ser más proactivos, ágiles, innovadores y sobre todo tener una capacidad de reinvención constante y para ello, hay que salir necesariamente de la llamada zona de confort. Hablamos de aquel lugar donde las empresas se sienten cómodas renunciando a iniciativas que le propician eficiencia y mejoran su productividad a favor de una mal asumida seguridad.

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Sabemos que para crecer hay que ampliar necesariamente los límites y desterrar barreras como la fuerza del hábito y los factores económicos que tan habituales son en las organizaciones para seguir instaladas en el inmovilismo. A menudo hacer las cosas igual que siempre es la tónica general ante el desconcierto que supone ir siempre hacia lo desconocido.

Aprovechar los retos y las oportunidades que hay tras la era digital supone ya cambiar los procesos y actualizar la tecnología, pero también analizar cada día cómo se puede mejorar.

Para ello, hay que esforzarse por identificar en un primer lugar cuáles son esas barreras y luchar contra ellas de la mejor manera posible. En las empresas se señalan ya hasta cuatro factores que son inhabilitadores para el cambio:

• Falta de compromiso de la gerencia
• Recursos insuficientes
• Ausencia de información
• Gestión de proyectos deficiente

Para combatirlos la apuesta por la innovación debe ser constante en aras a mantener altos niveles de competitividad. Ello hará más fuerte a su empresa y a la larga estar mejor preparada.

Escuchar a agentes externos que puedan asesorarle y ayudarle en el camino es un buen comienzo para dar un giro de 180 grados, al igual que debe preguntarse a menudo por las consecuencias que acarrea no dar el paso.

Además la frase «no se puede» se combate fácilmente con una capacitación adecuada, por lo que involucrar a las personas en los procesos de toma de decisiones también se antoja básico, igual que la formación y la comunicación permanente para explicar los beneficios que reporta, por ejemplo, evitar seguir empleando procesos manuales en la gestión de los documentos o la reducción de costes que supone establecer controles en la impresión de su empresa.

Pero para asumir que hay que hacer las cosas de forma diferente se demanda, además, liderazgo en la dirección, por lo que hay que identificar a aquellas personas que puedan ponerse a la cabeza guiando el proceso, la transición y la aceptación del cambio, fomentando además la participación de todos. Entendemos que el capital humano es el verdadero agente propulsor requerido para que su organización sea al fin menos rígida y más eficiente.

Después establezca objetivos, informe claramente lo que se quiere lograr, defina bien los beneficios para el negocio y el cliente, tenga claro un plan de acción y mida, sobre todo, los resultados, por que así el éxito estará asegurado.

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