Las TIC impactan de forma decisiva en la forma de trabajar de las organizaciones dotando a estas de más eficiencia. Sin embargo, esta tarea no es fácil de conseguir si no se tiene en cuenta a las personas, los procesos y la tecnología. Se trata de los tres factores que diferencian una buena de una mala gestión TIC y a los que hay que añadir también el llamado Buen Gobierno de las TIC. Término que indica cuáles son las pautas para gestionar las TIC de manera más eficiente y que viene ya recogido en la norma ISO/IEC 38500.
El Gobierno de TI consiste en el conjunto de acciones que realiza el área de las TIC para movilizar los recursos de forma mas eficiente y responder a los requisitos tanto regulatorios como operativos de negocio. Las pautas señalan a seis principios claves para una óptima gestión TIC:
- Responsabilidad. Asignar responsabilidades a personas competentes y con autoridad para la toma de decisiones.
- Estrategias: Alinear las actividades TI con los objetivos de negocio, buscando siempre el beneficio de la organización.
- Adquisición. Invertir en TI de manera eficiente.
- Rendimiento. Proporcionar la capacidad de TI necesaria para que el negocio funcione adecuadamente: gestión de riesgos, protección de recursos.
- Conformidad. Proporcionar control interno suficiente para garantizar la normativa de los sistemas TI.
- Conducta humana. Desarrollo de métodos de trabajo para utilizar las TI de manera adecuada.
Los modelos de gestión TIC no pueden permanecer estáticos ni inamovibles ante los cambios. Si los CIOs han evolucionado de ser un mero proveedor de herramientas y gestor de las mismas a formar parte importante de la estrategia empresarial, los modelos de gestión también han de hacerlo.
Junto al Buen Gobierno TI hay que tener en cuenta además la innovación y la evolución tecnológica que señala que las TI son cada vez más importantes en las organizaciones, al lograr mejorar el rendimiento y aumentar el beneficio, propiciando un ahorro de costes notable y de tiempo, pero también, ayudan a conseguir una óptima gestión de los flujos de información.
Para lograrlo es imprescindible estar atentos a la evolución constante de las TI y al fomento de la innovación dentro de la cultura empresarial. Una óptima gestión TIC no puede pasar por alto todas las novedades existentes, ni ser rígida frente al cambio que impone el ecosistema digital.
Otro factor importante es que la gestión TI debe obedecer a criterios de simplicidad. Automatizar tareas y tener procesos más sencillos son una de las principales necesidades a las que se enfrentan las organizaciones para ser más productivas y eficientes. Se busca la rapidez y la inmediatez, pero también el fomento de la colaboración. A esto hay que añadir mayor flexibilidad, agilidad y la mejora de la comunicación, ejes, también, imprescindible para una eficiente gestión TIC.
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