Ciberseguridad, un activo indispensable hoy en las PYMES

Digital cybersecurity and network protection concept. Virtual locking mechanism to access shared resources. Interactive virtual control screen with padlock. Businessman working at laptop on background

¿Si protegemos nuestros negocios por fuera con cámaras de seguridad, control de acceso o vigilancia, por qué no hacerlo por dentro? El desconocimiento y la poca o nula inversión en esta materia para proteger los sistemas es notable, siendo las PYMES el eslabón más débil de la cadena: reciben el 70 por ciento de incidentes diarios registrados. En España más de la mitad de las empresas carece de una política adecuada en ciberseguridad y el 86% de las compañías no tiene instaurada una cultura de protección entre los empleados. Consecuencia: somos el tercer país con más riesgo, por detrás de Estados Unidos y Alemania, registrando en 2020, 40.000 incidentes diarios.

Los riesgos crecen a medida que guardamos más datos en la nube, usamos herramientas colaborativas, compramos por Internet o realizamos pagos vía móvil… La realidad es que la aceleración digital vivida en los últimos dos años ha originado una alta exposición a los ciberataques. Además, el trabajo remoto no ha ayudado a mejorar la situación.

Usamos cada vez más tecnología, porque nos facilita la vida y nuestro trabajo diario, pero también debemos contar con protección adecuada para salvaguardar el activo más importante: la información.

Pensar que nuestra actividad o nuestra información es poco valiosa para los piratas informáticos es un error como también lo es implantar protección solo cuando se ha sido víctima. La prevención es una obligación y hay que tomársela en serio en un escenario altamente digitalizado que lo será aún más a medida que se desarrollan nuevas tecnologías.

Un ataque no solo pone en riesgo los datos personales de clientes y su privacidad sino que genera consecuencias perjudiciales para una PYME tanto en costes y penalizaciones, como pérdida de reputación, debilitando algo tan importante como la confianza frente a terceros.

Si bien la adopción de nuevas tecnologías nos ayudan a mejorar en productividad y eficiencia, estas nos imponen nuevos retos para los que debemos estar convenientemente preparados teniendo mayor concienciación sobre las consecuencias de no proteger toda aquella información que genera y se procesa en nuestros computadores, servidores, dispositivos móviles, redes y sistemas electrónicos. La consecuencia es que digitalización y ciberseguridad van unidos. La protección en este ámbito es una inversión estratégica que definitivamente no debemos tomarnos a la ligera, es vital.

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