Para saber cuáles son los cuellos de botella y dónde hay que mejorar hoy son muchas las organizaciones que tiran hoy de la filosofía DevOps que trata de impulsar la eficiencia. En la actualidad está muy asociada a todos los procesos de transformación digital pero en realidad el DevOps viene de la fusión de dos conceptos como Development y Operations, desarrollo y operaciones, y supone un cambio de cultura en las organizaciones vinculada al desarrollo software, cuya misión es eliminar el trabajo en silos y comenzar a trabajar desde una perspectiva más colaborativa y bidireccional, acelerando, con ello, la innovación.
La filosofía Devops lo que logra, por tanto, son procesos más rápidos y seguros, pero también productos y servicios de más calidad. La clave está en la utilización de herramientas que contribuyen a la automatización de tareas repetitivas y al fomento del trabajo en equipo ayudando a evitar la duplicación de tareas, pero también a corregir errores y reducir fallos.
Los tres pilares sobre los que se asientan son:
- Procesos
- Organización
- Tecnología
Filosofía DevOps = + Productividad
Esta cultura apunta en el mundo del software a ciclos de desarrollo más cortos para realizar mejor el trabajo, volviendo los procesos más simples, maximizando la eficiencia.
Una cultura que ya ha transcendido a las organizaciones de todo tamaño y condición, ya que las que adoptan esta filosofía logran mayor velocidad, enfocando su estrategia a la realización de pruebas continuas, propiciando que todo el equipo se centre en construir un producto o servicio que proporcione valor para el usuario final.
Pero para que esta filosofía funcione hace falta una correcta revisión y simplificación mayor de los procesos, fomentando el cambio organizativo y facilitando la colaboración entre distintos departamentos.
La filosofía DevOps promueve un entorno empresarial basado en el rendimiento, reduciendo los obstáculos burocráticos, haciendo que se incremente la productividad.
Requiere una estrategia orientada al negocio, recursos TI adecuados que fomenten la conexión, y tener claro, desde el principio, cuáles son los objetivos para conseguir los resultados deseados. En definitiva, su misión es lograr la plena gobernanza de los procesos consiguiendo ser más ágiles y eficientes.