Es un hecho que a medida que crece el número de dispositivos conectados a la red las necesidades de almacenamiento se multiplican. Desde hace años los Data Center, responsables en cierta forma del tránsito de información, viven tiempos convulsos ante una realidad que presenta cada vez más exigencias y demanda potencias cambiantes.
Tecnologías como Cloud, Big Data o IoT están originando que los CPD (Centros de Procesado de Datos) tengan que adaptarse con celeridad al crecimiento exponencial de información y a la aparición de nuevas tecnologías.
De hecho, en más de dos años las previsiones indican que habrá aproximadamente 30.000 millones de dispositivos y 4.000 personas conectadas a la red siendo necesario, frente a la relevancia que está cobrando la gestión de los datos y el almacenamiento de los mismos, hacer más en menos tiempo, sin olvidar la escalabilidad y el ahorro de costes.
Veamos cuáles son algunas de las tendencias que ya se vislumbran en aquellos espacios donde se aloja el equipamiento electrónico que guarda toda la información de una organización:
Más virtualización gracias a la evolución del software
Los actuales centros de datos están evolucionando de aquellos lugares llenos de servidores y cables, a ser centros más sofisticados gracias a la evolución del software que permite mejores conexiones del servicio y más seguridad, pero sobre todo respuesta inmediata y capacidad de recuperación de la información ante desastres.
Hablamos de virtualización que permite menos servidores físicos y más virtuales haciendo funcionar más software con menos hardware, utilizando, por consiguiente, menos material, más espacio y generando menos gasto, empleando mejor los recursos TI. Como dato señalar que se estima que la virtualización puede representar una reducción de 80 por ciento del consumo eléctrico.
Conexión y proximidad. Llega el Edge Computing
Ante la avalancha de dispositivos conectados que traerá el desarrollo IoT ya suenan nuevas tecnologías que vendrán a aligerar la carga de los centros de datos. Esto apunta a una mayor proximidad donde los datos estén más cercanos y con menor latencia. Lo que significa que el tiempo entre el que necesita los datos y el sistema que los proporciona sea mínimo. Además en el futuro la tendencia será la convivencia de centros de datos propios en los que gestionar las aplicaciones críticas de la organización, con CPD descentralizados.
El llamado Edge Computing será crucial para aligerar la carga de información que soportan estos centros, viniendo a otorgar a los dispositivos de más inteligencia pudiendo éstos filtrar, así, la información que conviene o no emitir al centro de datos para así no sobresaturarlos.
De eso es de lo que trata la ‘computación en el extremo’, que traerá el uso de menos ancho de banda para el transporte de datos y que todo apunta que será una realidad consolidada en los próximos años, especialmente para aplicaciones en tiempo real.
El objetivo es que los flujos de información entre las distintas fuentes de datos se coordinen de forma más eficiente generando también microdatacenters, que no son más que entornos informáticos autónomos que acercan aún más los contenidos a los usuarios estando más próximos de los nodos de conectividad, generando, por tanto, una experiencia de usuario plenamente satisfactoria. Las cifras señalan que tan solo en este 2018, un 30 por ciento de los activos TI residirá en centros de datos pequeños, según IDC.
Data Center inteligentes y Computación cuántica
Por otro lado, los centros de datos se adaptarán a las necesidades de empresa surgiendo los Data Center Inteligentes con un nivel avanzado de instrumentalización, que usarán la automatización para aumentar la eficiencia, teniendo el nuevo Data Center un alto nivel de sensorización, permitiendo que éste se convierta en un entorno de IoT que monitorice la red logrando beneficios tales como el mantenimiento preventivo y consiguiendo una mayor eficiencia en la utilización de los recursos y la energía.
Las predicciones de IDC señalan que el Data Center del futuro deberá adaptarse a las nuevas cargas de trabajo y se pronostica que el 65% de las inversiones en infraestructura serán para sistemas de relación, conocimiento y acción. Es decir: “Si el modelo de Data Center estaba orientado antes a la gestión de la información del empleado y registro de la información interna, en el futuro las organizaciones invertirán más en sistemas de Big Data, analítica y sistemas de control de IoT, requiriendo mejores infraestructuras de comunicaciones con el exterior”.
Pero si hay una cuestión que tendrá especial relevancia en el futuro es la llamada computación cuántica, ya que otorgará la capacidad procesar aún muchos más datos en menos tiempo.
Se trata de un nuevo paradigma que se basa en el uso de cúbits en lugar de bits dando a una tecnología con enormes posibilidades que aumenta exponencialmente la gestión de la información, de tal manera que la capacidad de las máquinas avanzará de forma más rápida.
La carrera hacia el Data Center del futuro no ha hecho nada más que comenzar…