¿Qué ocurre cuándo uno va a ciegas? Sencillamente que no sabe a dónde ir, hace cosas que lo más probable carezcan de sentido y, por tanto, le lleven a no alcanzar las metas y hasta le cueste trabajo ubicarse. En cierta manera esto es lo que ocurre en la empresa cuando no se toma en cuenta el enorme valor que puede tener para su negocio los datos, y sobre todo, el conocimiento que éstos aportan a las organizaciones. Porque de eso trata la Analítica de Datos, de contar con aquella información que es relevante para hacer las cosas mejor.
El también llamado Data Analytics no sólo está reservado a las grandes empresas, incide también en las organizaciones de menor tamaño y ya es un gran potencial para cualquier tipo de negocio, al ser el punto de partida para tomar mejores decisiones.
Si hay algo en lo que todos los expertos coinciden es que el llamado ‘Petróleo del siglo XXI’, no sólo hay que verlo desde el punto de vista del almacenamiento y procesamiento de datos que se transmite a gran velocidad, de gran volumen y variedad, (las tres V) sino que hay que tener en cuenta el papel que juega la analítica descriptiva y predictiva y es ahí donde las empresas tienen una auténtica mina de oro al tener la llave de comprensión de como funciona su propio negocio y sobre todo, al otorgarle la capacidad de entender al cliente, mejorando así su desempeño.
En primer lugar tiene que saber que las aplicaciones del Análisis de Datos en el entorno empresarial inciden prácticamente en cualquier área de empresa o sector de actividad. Cualquier departamento o sector genera a diario multitud de datos, estructurados (cómo hojas de cálculo y archivos), no estructurados (datos de texto, audios, vídeos, documentos impresos, correo electrónicos, imágenes digitales, SMS, artículos, mensajes de WhatsApp, likes en redes sociales….) y semi-esatructurados (como lenguajes XML y HTML) que debieran ser analizados para sacar información útil al negocio, lo que le hará ser más competitivo. ¿Pero qué ocurre? Que la información está ahí, incluso hoy es mucho más accesible, sin que las empresas sepan aún extraer su valor para mejorar su conocimiento.
Esforzarse por hacerse preguntas frente a los datos e identificar aquellos que nos interesan de los que se manejan dentro y fuera de la organización, es para muchas compañías una cuestión titánica si no se tiene ni la tecnología, ni el talento ni las capacidades adecuadas. Si hay algo que consigue el Data Analytics es ser la base para empezar a entender lo que sucede y por qué sucede y hasta lo que puede suceder. Algo que, sin duda, beneficia a todo tipo de empresas.
Sabemos que hoy todo son datos. Las últimas cifras señalan a que cada día se genera casi tres trillones de datos, pero en el futuro el crecimiento será mucho mayor con la inclusión del llamado Internet de las Cosas. Saber retener e interpretar aquella información que sea de interés para su negocio le va a permitir entre otros:
- Descubrir las necesidades y los puntos de mejora de su compañía
- Mejorar la toma de decisiones y reducir riesgos
- Evaluar productos
- Segmentar clientes para personalizar acciones
- Mejor acceso de la información dentro de la empresa
- Mayor impulso de la investigación y el desarrollo
Sin embargo, para lograrlo hay que enfrentarse antes a un cambio de cultura corporativa que incide desde contar con herramientas sencillas para utilizar por el personal de las empresa, lograr el desarrollo de analíticas relevantes que muestren la evolución del negocio, pero también implantar las capacidades necesarias para obtener el máximo rendimiento de la información. Sin ello, los datos estarán huérfanos de conocimiento.
Tener una estrategia de análisis de datos supone, por tanto, un proceso largo que requiere no sólo del registro adecuado y almacenamiento de los datos, o del empleo de herramientas que ayuden a sacar el valor de los datos, sino que comienza teniendo claro desde el inicio cuál es el objetivo que se quiere alcanzar. ¿Mejorar su relación con el cliente? ¿Encontrar nuevos nichos de negocio? ¿Incrementar el desempeño de mis trabajadores? Estos son solo algunos ejemplos.
Marcar el objetivo es quizás una de las mayores barreras a las que se enfrentan las empresas, al igual que la ausencia de infraestructuras adecuadas o que estas sean insuficientes, falta de presupuesto y de recursos.
En el caso de las pymes invertir en este tipo de estrategias lleva a veces aparejado un esfuerzo económico que, sin embargo, se compensa con los resultados que se obtendrán al conseguir mayor capacidad para retener a su clientes, más fidelización, mejoras en la eficiencia de su negocio, más ahorro o simplemente podrá solucionar aquellos obstáculos que le impedían su crecimiento.
La aparición de herramientas tan sencillas como Prometeus Intelligent Data Suite que no necesitan de personal cualificado para su puesta en marcha, abren la posibilidad a que todas las compañías, independientemente de su tamaño, se beneficien de las ventajas que ofrece conectar de forma fácil y sencilla personas, ideas y datos y poder extraer el conocimiento necesario para tomar mejores decisiones e impulsar el rendimiento.